Gurkensalat

La receta de esta semana es la Gurkensalat (o ensalada de pepino). Esta ensalada es muy refrescante y una muy buena opción para el verano, para acompañar carnes o pescado. Hay dos versiones clásicas, con vinagre o con crema agria. Ambas opciones le dan un toque de acidez que va muy bien con el pepino. Condimentada con dill, es una ensalada que no puede faltar en una mesa alemana. 

El pepino es muy común en Alemania. Lo podemos encontrar en ensaladas, Dönner kebab, o hasta como un "snack" que los niños llevan a la escuela. 

Origen

No se sabe bien cuándo o dónde ésta ensalada se originó, pero mundialmente se la conoce como ensalada de pepino alemana (probablemente por la combinación con el dill o eneldo). Ya que no pude encontrar información sobre su historia, me pareció apropiado investigar sobre el origen del pepino. 

El origen del pepino ocurrió en las regiones tropicales del sur de Asia. Se ha cultivado en la India desde hace aproximadamente 3000 años. La primera mención literaria que se hace del pepino se encuentra en el cuarto texto más antiguo de la India, el Atharva-veda. De la India pasó a Egipto, donde fue uno de los alimentos preferidos por los faraones. Su consumo se trasladó a Grecia mediante las rutas comerciales existentes cuando los griegos eran el centro del mundo antiguo. Se cree que los griegos lo conocían como “sikuos” y que constituía una parte importante de la gastronomía de la época. Con los posteriores movimientos humanos el pepino fue extendiéndose por el mundo. Cuando la Antigua Grecia fue conquistada por el gran poder de Roma el cultivo del pepino se extendió por el resto de Europa. 

Al mismo tiempo que el imperio romano se expandía lo hacía el cultivo del pepino. Los romanos permitieron que el cultivo del pepino llegara hasta China. Esto con el afán de extender su imperio lo más posible. Fuentes sirias, persas y bizantinas sugieren que la presencia del pepino en las zonas que actualmente están ocupadas por los países Irán, Irak y Turquía, ocurrió en los siglos VI y VII. Existen registros que prueban que el cultivo del pepino se realizó en Francia durante el siglo IX y en Inglaterra hasta el siglo XIV. Según fuente árabes de la Edad Media el cultivo llegó a España, Túnez e Italia en los siglos IX, X y XI respectivamente. En la actualidad el pepino es un ingrediente básico de las ensaladas mediterráneas. 

A Norteamérica el pepino llegó en el siglo XVI con los viajes de Cristóbal Colón. Este cargaba semillas de la hortaliza dentro de sus provisiones. Posteriormente se extendió por el resto del continente conforme los españoles se adentraron en América.

Claramente es un alimento fundamental en varias partes del mundo, y su versatilidad lo hace muy popular.

Si bien esta receta es muy fácil de hacer, requiere al menos 3-4 horas de reposo en la heladera. Por eso, si pensamos consumirla al mediodía, recomiendo prepararla temprano por la mañana o incluso la noche anterior. 

Ingredientes:

1 pepino

3 cdas. de vinagre (blanco o de manzana)

1 cda. de azúcar

1/4 cdta. de sal

1 cebolla mediana

3 cdas. de eneldo

Zutaten:

1 Gurke

3 EL Essig (Weisse oder Apfel)

1 EL Zucker

1/4 TL Salz

1 mittlere Zweibel

3 TL Dill

Direcciones:

Pelamos el pepino con un pelapapa. Con una mandolina (o con cuchillo y buena mano) cortamos el pepino en rodajas finitas. Colocamos en un bowl.

Luego cortamos la cebolla en laminas finitas y la desgajamos. Agregamos al bowl con el pepino.

En un recipiente aparte, mezclamos el vinagre, el azúcar, la sal y el eneldo. Mezclamos bien e incorporamos a los ingredientes anteriores.

Mezclamos todo bien, tapamos y dejamos reposar en la heladera por 3-4 horas.

A disfrutar!